14 de abril de 2009

“El diseño ha sido pensado hasta ahora de manera excesivamente antropocéntrica”: HUSOS sobre el Edificio Jardín Hospedero y Nectarífero para Mariposas

A57/ Entrevista / Arquitectura / Cali

Entre Cali y Madrid, los arquitectos Diego Barajas y Camilo García de HUSOS, una plataforma que explora las posibilidades y límites de la arquitectura y el urbanismo como herramientas para fomentar la preservación y las coexistencias de diversas formas de vida, tanto sociales como biológicas, ofrecieron a A57 esta entrevista sobre el Edificio Jardín Hospedero y Nectarífero para Mariposas de Cali.



Plantas nectaríferas y hospederas (arbustos y trepadoras) y las especies de mariposas relacionadas ubicadas en el edificio. El edificio-jardín será un atractor de las mariposas de Cali, dando cuenta de la calidad ambiental de la región y su biodiversidad


¿Cuál es el concepto clave del proyecto? ¿Surgió de una idea, del lugar, del usuario?

El EJHNMC (Edificio Jardín Hospedero y Nectarífero para Mariposas de Cali) es la sede de Taller Croquis, un pequeño negocio de ropa y decoración que está en el centro de la ciudad pero cuyo territorio se ha extendido en los últimos años por el mundo a través de una pequeña red de amigas que comercializan sus productos vendiendo en lugares como Miami, Buenos Aires o Barcelona.

El edificio está pensado como un jardín inteligente, un biómetro que además de los beneficios que produce en el ambiente interior, incluye ciertas estrategias de acción y concienciación sobre la importancia de la preservación de la biodiversidad en la ciudad, estimulando en el edificio la presencia de mariposas de la región por medio de las plantas que las hospedan y alimentan. Las mariposas son en general uno de los bioindicadores más efectivos de la calidad y biodiversidad del ecosistema, y son particularmente importantes en esta región que concentra la mayor cantidad de especies de mariposas del planeta. Al mismo tiempo el edificio jardín sirve también al taller como estrategia de marketing indirecta, siendo parte de una exploración espacial, de lo que pueden ser múltiples formas de una identidad caleña aunque transnacional del negocio, frente al reto que supone la expansión de su red de ventas. A través de campañas publicitarias con folletos informativos repartidos entre la red de vendedoras y sus clientes, y de talleres con entidades locales, los visitantes del taller, que no suelen ir a museos de ciencias naturales pero si suelen ir de compras, conocen trabajos valiosos de investigación de entomólogos y especialistas sobre el medio ambiente en la región. De esta manera, el EJHNMC pretende funcionar como catalizador de pequeñas acciones ecológicas e incentivar una especie de “ciudadanía de jardineros ambientalmente responsables” que difunda la importancia de la utilización en los jardines de especies vegetales que atraigan a la fauna local, propiciando la creación de circuitos naturales por los que ésta pueda moverse.



El efecto catalizador. Además de los beneficios directos al entorno inmediato, a través de diversas campañas publicitarias e iniciativas de la comunidad, se espera que, como un contenedor de información, el EJHNMC actúe como un catalizador de actividades que buscan preservar la biodiversidad del ecosistema de Cali.


¿Cómo relaciona este proyecto con otros de sus proyectos?

En este, como en otros proyectos, intentamos explorar el potencial mediador del diseño entre diferentes formas de vivir o entre éstas y su entorno. Es decir, explorar la capacidad de los objetos o de ciertos procesos de propiciar o estimular determinadas formas de relación entre entidades, ya sean estas sociales, económicas, o biológicas y activar ciertas dinámicas a partir de estas relaciones. Para dar un ejemplo, podemos pensar en términos muy básicos en el carácter mediador de una mesa comedor; en el tipo de conversaciones que puede propiciar una mesa rectangular alargada con la representatividad y jerarquía que ofrecen sus dos cabeceros frente a los puestos laterales versus una mesa redonda que propicia una conversación donde todos los comensales están en igualdad de condiciones. En términos sociales pero también ambientales nos interesan mucho las posibilidades mediadoras que puede tener determinado diseño, porque creemos que la coexistencia entre diferentes formas de vida es un punto fundamental en todo el discurso de la sostenibilidad y la ecología.

Nos referimos no solo a formas de vida sociales, (estilos de vida por ejemplo, como estudiamos en nuestro proyecto Dispersión http://www.grootens.nl/2/10/57/136.html) sino también entre éstas y otras formas de vida como trabajamos en el EJHNMC. Creo que el diseño ha sido pensado hasta ahora de manera excesivamente antropocéntrica. Esto deberá cambiar, sobre todo cuando sabemos que ya no es sostenible ni viable pensar separadamente naturaleza y sociedad.

¿Qué tanto y cómo se transformó el proyecto del diseño a la construcción?

De alguna manera el EJHNMC pone en cuestión la separación clásica entre fase de diseño y fase de construcción. El EJHNMC es una estructura que se entiende siempre acabada y a la vez en proceso, porque se ha construido en etapas; aprendiendo así de la arquitectura informal, pero utilizando medios industrializados como la estructura de acero. Además, al involucrar elementos naturales vivos es necesario que el proceso sea flexible y permita que haya transformaciones, que se ensaye con distintos tipos de plantas. Es un proceso no lineal.


Sección y plantas



Fachadas, teniendo en cuenta variaciones en el tiempo

¿Cómo y por qué eligieron los materiales?

Por un lado está la estructura de acero que facilitaba el proceso constructivo en etapas que mencionamos anteriormente, algo que nos permitía lidiar con una situación económica frágil, frecuente en los pequeños negocios como el de nuestras clientas, pero además nos daba la posibilidad de controlar parte del proceso a la distancia. La elección de la vegetación, que es producto de una investigación bastante extensa sobre la riqueza natural de Cali, es el material verdaderamente importante del edificio: estas especies locales conforman la fachada son plantas nectaríferas y hospederas, algunas enredaderas que se trepan por la fachada y otras arbustivas que están en bulbos de diferentes tamaños, que atraen a las mariposas de la zona.

Derecha. Sección Constructiva.
Izquierda. Fachada y el sistema de mantenimiento del jardín vertical

Constructivamente, ¿cuál fue el detalle más crítico, el más exigente de resolver?

Toda la fachada de plantas nectaríferas y hospederas, que requirió conocimientos específicos aportados por los biólogos y agrónomos con los que trabajamos. El proyecto de investigación estuvo dirigido por el biólogo investigador Francisco Amaro y por nosotros, coordinando todo el proyecto con entomólogos y con el apoyo técnico del Zoológico de Cali.

¿Qué es lo que más les gusta del proyecto?

El EJHNMC funciona como interfaz entre los habitantes de Cali y la enorme riqueza natural de la ciudad y la región. Pero hay otro aspecto que no es obvio pero que es muy importante y es que funciona también como depositario de afectos entre diferentes entidades sociales. A través del cuidado de las mariposas y por extensión, de la naturaleza de Cali, se estrechan también vínculos afectivos entre las trabajadoras del taller, entre ellas y la red de amigas vendedoras y clientes. Como comentábamos antes la sostenibilidad para nosotros es un tema de preocupación no solo ambiental sino también de cohesión social.



La sostenibilidad como un tema no solo ambiental sino de cohesión social

¿Qué harían diferente, si tuvieran la oportunidad de volverlo a hacer?

Tal vez habríamos intentado insistir más en buscar desde un comienzo apoyos institucionales, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un proyecto sin un real ánimo de lucro y con un interés que trasciende claramente lo comercial. Ha sido un proceso emocionante pero también lleno de dificultades en el día a día. Los apoyos junto a reconocimientos valiosos han venido más bien después, entre ellos de instituciones importantes como la Bienal de Arquitectura de Venecia por ejemplo, o el Aedes Architecture Forum de Berlín que ha nominado este proyecto para el “Zumtobel Group Award for Sustainability and Humanity in the Built Environment”, y otras entidades especializadas internacionales.

¿Visitan el proyecto después de finalizada su construcción? ¿Por qué sí o por qué no?

El EJHNMC de Cali es una estructura en proceso, con lo cual siempre estamos en contacto con las clientas y visitando regularmente el edificio. Ellas han participado activamente y de manera muy entusiasta en todo el proceso de diseño. Entre todos hacemos un seguimiento continuo de las plantas, planeamos las nuevas etapas, estudiamos soluciones a necesidades que van surgiendo. Digamos que es un proceso más cercano a la jardinería que a la arquitectura en el sentido tradicional. No entendemos el diseño de un edificio como “terminado” cuando se entrega al cliente, mas bien todo lo contrario, es apenas el comienzo de su vida.

Ficha técnica

Categoría: Comercio + talleres de producción + oficinas + vivienda
Ubicación: Barrio San Fernando, Cali.
Cliente: Taller Croquis
Diseño: HUSOS (Arquitectos Camilo García y Diego Barajas) con el biólogo Francisco Amaro, Colaboradores: Arquitectos Juan Pablo Arias y Antonio Cobo.
Otros Colaboradores: Fundación Zoológico de Cali, Douglas Laing (Ingeniero Agrónomo especialista en agricultura tropical), Lorena Ramírez (Bióloga. Universidad del Valle. Colombia), Luis M. Constantino (Biólogo Entomólogo, Ms.C, Investigador Asociado Centro Nacional de Investigaciones de Café. Cenicafé. Chinchiná), Ricardo A. Claro (Biólogo Entomólogo. Universidad Nacional de Colombia. Colombia), José Martín Cano (Biólogo Entomólogo. Universidad Autónoma de Madrid), María García, Manuel Salinas y Julián Velásquez.
Constructor: Etapa 1: Ing. Jorge Mejía (Estructura metálica) Residente de obra: Arq. Luís A. Ramírez
Área del lote: 214m2
Área construida: 510m2 (con todas las etapas construidas)
Año: 2007-En proceso
Materiales y proveedores: Estructura metálica: Jorge Mejía, Carpintería Metálica: Taller de Ileana Molina

Fotografías: Manuel Salinas, Javier García y Sylvia Patiño

Todo el material fotográfico y planimétrico fue entregado por los arquitectos Diego Barajas y Camilo García.
Traducción: Ana María Pinzón

8 de abril de 2009

Nuevo Presidente de la SCA

A57/Actualidad/Todo el país

En la Asamblea Nacional realizada el pasado sábado 21 de marzo, en la cual participaron 76 arquitectos de todo el país en representación de las Regionales y Capítulos y de los ex Presidentes Nacionales, se realizo el nombramiento de la nueva Junta Directiva Nacional, la cual quedo así:

Presidente Nacional: Arquitecto Diego Leon Sierra Franco, de la Regional Antioquia
Vicepresidente 1º Arquitecta Ana Maria Valenzuela Gomez, de la Regional Casanare
Vicepresidente 2º Arquitecto Juan Carlos Villegas Cerezo, de la Regional Risaralda

Así mismo, el Arquitecto Ricardo Navarrete Jiménez, después de 4 años de gestión, puso a disposición de los socios y el público en general su informe de gestión en:

6 de abril de 2009

Patrimonio Cultural y Ciudad: ¿Del diagnóstico a la acción?

A57/ Reseña/ Eventos / Bogotá

El pasado 5 y 6 de Marzo se realizó en la sala Oriol Rangel del Planetario Distrital el “Seminario Patrimonio Cultural y Ciudad, Segunda Fase”, organizado por la Universidad Nacional de Colombia y la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía Mayor de Bogotá. A57 estuvo presente en cuatro de las diez ponencias.

Por: Ana María Pinzón


Izquireda. Promocional del evento “Seminario Patrimonio Cultural y Ciudad”
Derecha. Algunos asistentes al Seminario tomando un descanso


La idea de un seminario sobre patrimonio cultural y ciudad es sin duda interesante -y necesaria- en una urbe que está en medio de la tercera revisión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y que últimamente ha enfrentado varios casos que revelan una franca dificultad para enfrentar el manejo del patrimonio cultural inmueble y arqueológico, tales como Villa Adelaida, la casa Pérez Norzagaray, la necrópolis encontrada en Usme, la casa quinta del barrio Santa Ana Sur, el Seminario Mayor y el aeropuerto Eldorado, por nombrar los casos más sonados y controversiales.

Sin demeritar el esfuerzo realizado por la Universidad Nacional y la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y teniendo en cuenta que el objetivo planteado era ser “un espacio de análisis promovido por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía de Bogotá para entender hacia dónde debería enfocarse la revisión del POT en lo relativo a cultura y patrimonio”, fue desconcertante ver que un evento como este no se contaba con la presencia oficial de entidades que son imprescindibles en esta discusión: el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, la Secretaría de Planeación, el ICANH, la dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, así como otras entidades que deben actuar como órganos consultores en el tema-la Sociedad Colombiana de Arquitectos, Regional Bogotá y Cundinamarca, el DOCOMOMO Colombia, el ICOMOS Colombia, la Sociedad de Mejoras y Ornato, y las universidades que tienen programas de especialización y de maestría en patrimonio como la Gran Colombia, el Externado, la Javeriana y por supuesto la Nacional.

Con ponencias del economista Fernando Cuenin, el arquitecto Fernando Ramírez (en reemplazo de la arquitecta Liliana Bonilla), el arquitecto Juan Carlos del Castillo, la arquitecta Olga Lucía Ceballos, el arquitecto Francisco Jácome, el antropólogo Edgar Bolívar, la arquitecta María Isabel Tello, la arquitecta María Cecilia Garcés, la arquitecta Juanita Barbosa y el arquitecto Luís Carlos Jiménez –tal vez demasiados arquitectos-, el seminario planteó cuatro ejes temáticos que parecían refrescantes alternativas para tratar el tema: Patrimonio, economía y desarrollo, el patrimonio y la planeación en Bogotá, la impronta cultural en el territorio de la ciudad y la conservación del patrimonio construido.

Del tema patrimonio, economía y desarrollo asistí a dos ponencias. La primera, "Patrimonio Cultural y desarrollo socioeconómico: la recuperación de áreas centrales históricas" del economista Fernando Cuenin, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), expuso de manera clara y concisa, cómo el patrimonio cultural tangible e intangible en los centros históricos –con el caso de Quito como ejemplo bandera- puede empezar a plantearse como un activo que, por su naturaleza social y cultural, justifica la inversión e intervención pública –en equipamento, infraestructura, subsidios para vivienda y programas de bienestar social y cultural con la comunidad directamente implicada- como detonante para la inversión privada.

La ponencia a cargo del arquitecto Fernando Ramírez sobre la situación patrimonial de la ciudad de Cali –a pesar de caer en lamentos y quejas sobre lo que se perdió y lo que se puede perder- logró sembrar la duda acerca de la viabilidad de cambios de uso drásticos en un sector de interés patrimonial como el barrio Granada en Cali, que pasó de ser una zona residencial a una zona “rosa”, teniendo en cuenta que ahí lo único que se conservó es, por mucho, las fachadas.

Del eje el patrimonio y la planeación en Bogotá asistí a la ponencia del arquitecto Juan Carlos del Castillo, que tuvo como plato fuerte las contundentes preguntas que formuló al final de la presentación: ¿Los sectores urbanos patrimoniales han sido conservados y dinamizados durante los 9 años de vigencia del POT?, ¿Es conveniente ampliar el repertorio del patrimonio cultural, si los logros con el patrimonio construido no han sido satisfactorios?, ¿Se está creando nuevo patrimonio en la ciudad? Las preguntas -seguidas por un contundente silencio- quedaron por ahora sin respuestas, esperando quizá el balance que Planeación haga de ellas. Sin embargo, quedó la impresión de que las políticas y los instrumentos de planeación en el tema patrimonio ya tienen una base y que realmente más que modificarla habría que desarrollar las estrategias y proyectos para obtener resultados visibles, como los que se obtuvieron en el caso del espacio público.

La arquitecta Juanita Barbosa en su ponencia "El patrimonio cultural inmueble en Bogotá: problemas recurrentes en su conservación", inscrita en el eje "la conservación del patrimonio construido", trajo a colación un abultado número de problemas, que iban desde temas macro como la inadecuada estructura institucional existente en Bogotá para abordar el tema, hasta temas micro como las vallas y rejas que se instalan en los bienes de interés cultural para afrontar problemas de inseguridad de la ciudad. Progresivamente los temas se convirtieron en una serie de quejas y reclamos a la administración, un diagnóstico que hacía difícil pensar en soluciones, tanto para lo macro como para lo micro.

Lo cierto es que, a pesar de que algunas de las ponencias cayeron en lugares comunes ya desgastados, sin duda alcanzaron a flotar suficientes ideas que pueden ser importantes para fortalecer el enfoque del patrimonio cultural en el POT, con miras a que definitivamente haya más acción que diagnóstico y más práctica que teoría, en base a las experiencias exitosas -y viables- que se han desarrollado ya al respecto.

Esperemos que en la tercera fase del seminario, ojala evitando la ocasional “cuña” al respectivo programa académico, se trabaje más sobre la interdisciplinaridad y la responsabilidad compartida del patrimonio -de las autoridades, de la comunidad, de las organizsmos consultores, de los desarrolladores inmobiliarios y de los profesionales especializados- como motores para desarrollar estrategias, programas y proyectos exitosos que concilien la conservación arquitectónica y urbana, el bienestar social y el provecho inmobiliario.

Ana María Pinzón es editora jefe de A57