11 de marzo de 2009

¿Inminente demolición del Aeropuerto Eldorado?

Opinión/ Bogotá y Cundinamarca
Una vez más estamos ante la posible desaparición de otro inmueble de arquitectura moderna. A57 reflexiona acerca de los argumentos para demoler y las posibilidades para conservar el Aeropuerto Eldorado, en un esfuerzo por poner de manifiesto la relevancia arquitectónica del inmueble en medio de las presiones de otros sectores.
Por: Ana María Pinzón


Fachada del aeropuerto Eldorado en 1963 y en 2002

Hace aproximadamente dos semanas recibimos una nota de Juan Luis Rodríguez, refiriéndose al foro de discusión de la Revista Escala y Esfera Pública, donde se mencionaba la inminente demolición del Aeropuerto Eldorado de Bogotá. Si bien el tema lleva rondando por ahí desde hace más de dos años, al parecer la decisión se tomará en poco tiempo.

Desde el punto de vista arquitectónico, las razones para conservar el edificio son claras. Es uno de los ejemplos más importantes de la ciudad de lo que comúnmente se hace llamar la arquitectura moderna, construido y diseñado por una de las firmas más importantes del país, Cuellar Serrano Gómez y Compañía junto con los consultores Steward, Skinner and Associates, en la que se destaca “su diseño estructural y su categoría arquitectónica” siendo “uno de los más notables entre las distintas obras oficiales construidos en los últimos años” como lo decía Carlos Martínez en su Arquitectura en Colombia de 1963. Aún hoy, tal y como lo narra Juan Luís Rodríguez, es posible percibir tales cualidades (Ver esfera pública
http://esferapublica.org/portal/index.php?option=com_wrapper&Itemid=61 )



Interior del aeropuerto Eldorado en 1963 y en 2002

Lo más probable es que en este caso, como en muchos otros, los argumentos arquitectónicos no vayan a dar ni siquiera para salvar al edificio de la demolición. Sin embargo, la pregunta que sigue quedando en el aire es ¿Qué argumentos existen entonces para demolerlo?

Los primeros detractores, que incluyen algunos arquitectos, dicen que el edificio no es lo que era en los años 50. Obviamente no lo es, ni más faltaba, claro, el tiempo pasa. Infortunadamente para Eldorado, las modificaciones que sufrió pueden calificarse, como mínimo de desafortunadas, talvez porque estas no tuvieron la participación de arquitectos que defendieran y respetaran su arquitectura. La calidad del edificio sigue allí y es posible recuperarla. Las formas de intervención para hacerlo ya están inventadas hace mucho tiempo. Procesos como la liberación, la rehabilitación, la refuncionalización, la revitalización son viables, posibles y deseables. Les pongo el ejemplo del edificio de Bancolombia de la carrera 7 con 30, que hace unos meses estrenó fachada y presumo, de diseño interior. Sin llegar a juzgar el resultado de la intervención ¿No les parece que quedó como nuevo? ¿Acaso esta no es una opción viable en el caso del Eldorado?

El segundo argumento es que no es un Bien de Interés Cultural, ni siquiera del ámbito distrital. Bueno, con un poco de sarcasmo se puede decir que eso tiene sus ventajas, porque las declaratorias en últimas, y como lo demuestran algunos inmuebles, realmente no garantizan la conservación del bien, inclusive algunas veces lo llevan a su demolición. Eso sí, quizá ésta pueda ser la razón por la cual ninguna de las autoridades que manejan el tema del patrimonio, llámese Instituto de Patrimonio, Comité Técnico Asesor de Patrimonio, Consejo Asesor de Patrimonio o similares, no se hayan pronunciado al respecto del tema de Eldorado.

El tercer argumento tiene que ver con que quizá el edificio es un impedimento para el funcionamiento del nuevo aeropuerto. La verdad, a simple vista no se pueden ver las desventajas de aprovechar una edificación ya existente, especialmente en razón de su escala, para integrarla a un nuevo proyecto. En términos puramente económicos y según el racionamiento más elemental, demoler y construir siempre sale mucho más dispendioso y costoso que rehabilitar, refuncionalizar o revitalizar el edificio. Es importante que OPAIN, el consorcio ganador de la licitación para la modernización y operación del Aeropuerto Eldorado, aclare por qué este no parece ser el caso.

Tímidamente se asoman otras propuestas como la de conservar sólo el hall de viajeros, que -según entiendo- fue postulada o por lo menos apoyada por la SCA. Decir cualquier cosa en este momento, ante la inminente demolición del edificio y sin contemplar las posibilidades que puede tener la estructura en el nuevo planteamiento, son medias tintas que atentan no solo contra la integralidad del inmueble, sino con la seriedad y compromiso que requiere este tipo de procesos.




Planta del Aeropuerto Eldorado en 1963


Planta del proyecto ganador del concurso de la SCA en 2006

¿No promovía la misma SCA hace un par de años un concurso de anteproyecto donde se conservaba el edificio? ¿Cuándo cambió el guión? ¿Cuándo empezó la campaña de hacer creer que el edificio no sirve para nada? La única razón que logro imaginar para la demolición de esta estructura son otros intereses y presiones, de esos que la mayoría de la gente no entiende muy bien, que ciertamente distan de los que practicamos la economía de recursos (porque nos toca) y por supuesto, de aquellos que defendemos los intereses arquitectónicos.

Aún no es claro cuál será el destino del viejo Aeropuerto Eldorado y si, de hecho, lo expuesto acá tenga alguna validez para la toma de esa decisión. Sin tener ni pretender ese poder, aún así, espero que la pregunta trascienda de algún modo, particularmente dentro de nuestro gremio. Como dice el arquitecto Jorge A. Mejía en Esfera Pública, es hora de que empecemos a velar por la arquitectura, por nuestros intereses y por la relevancia de nuestro oficio en la sociedad, quizá de una manera más enfática y activa. En este caso particular, es importante solicitar el pronunciamiento de la Sociedad Colombiana de Arquitectos Presidencia Nacional y Regional Bogotá y Cundinamarca, las facultades de arquitectura, el DOCOMOMO Colombia, el ICOMOS Colombia, la Sociedad de Mejoras y Ornato, el Instituto de Patrimonio y todos aquellos actores que tienen la capacidad y la responsabilidad de exponer estos temas ante los directamente involucrados, es decir ante el Contralor Nacional, el Contralor Distrital, el Ministerio de Transporte, La Gobernación de Cundinamarca, el Consorcio OPAIN, la Aeronáutica Civil y la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Una anotación final. Hace unos días asistí a un seminario de patrimonio cultural y ciudad, donde alguno de los expositores decía que la arquitectura moderna es “difícil de defender” porque supuestamente puede ser replicada hoy en día. Quisiera diferir. Ojala pudiéramos hacer más arquitectura como la que hizo Cuellar Serrano Gómez en este periodo, arquitectura de calidad y compromiso.

Fotos tomadas de:
MARTÍNEZ, Carlos. Arquitectura en Colombia. Proa, Bogotá, 1963.
MENDOZA, Camilo. La pérdida de la tradición moderna en la arquitectura de Bogotá y sus alrededores. Editorial Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2004.
http://img119.imageshack.us/img119/2188/img11nb.jpg

1 comentario:

Carlita1003 dijo...

se puede tener ayuda??