10 de julio de 2010

“La arquitectura será mejor cuando se involucre mucho más en los problemas sociales y no sea mero decorador de las ciudades”: Santiago Cirugeda

Artículo / Entrevista / Internacional 

 Por: Antonio Yemail
Antonio Yemail es arquitecto y diseñador industrial de la Pontificia Universidad Javeriana.  Es profesor del Programa de Estudios Internacionales PEI y director y diseñador de la Oficina Informal de Arquitectura.

Como complemento a la reseña del 1EAE, A57 encontró relevante publicar esta entrevista hecha por Antonio Yemail a Santiago Cirugeda en una visita a Bogotá en 2006, invitado por el Programa de Estudios Internacionales PEI. Organizada por temas, Cirugeda ofrece su visión personal de la arquitectura contemporánea y contextualiza su trabajo dentro de la misma. 

1.  Panorama actual

El  escenario actual de la Arquitectura Española parece estar marcado por una fuerte intención mediática y una espectacularidad basada en criterios de rentabilidad y poder. Así mismo se ha creado un vínculo entre proyecto  y evento donde la arquitectura estelar cumple un peligroso papel político y cultural, que condiciona en muchos casos las actitudes y las posiciones del arquitecto.

¿Que lectura haces de esta situación?  ¿Cómo ubicas tu trabajo respecto a este panorama?

Creo que es una situación muy extendida en el panorama de la arquitectura occidental. Los políticos utilizan las firmas de arquitectos famosos para insinuar una mejora en las ciudades que gobiernan. El fomento de la difusión de estos personajes en los mass media  alimenta el sistema, ya que la población valida lo que ve en los medios. Es una época en la que casi cualquier ciudadano te puede decir el nombre de algún arquitecto famoso. Esto ha fomentado el concurso de arquitectura como vía de obtención de méritos y repercusión mediática como una opción rápida de producción de arquitectura espectacular, aunque esta tendencia creo que reduce al mínimo las capacidades y responsabilidades de nuestro ejercicio profesional.

Para mi, un buen arquitecto es el busca situaciones de gestión novedosas e independientes, no aquel que exclusivamente hace concursos y cree que es la única vía de hacer arquitectura. Hay que ser consciente de que las bases de concursos, las necesidades y patologías de la ciudad, las definen otros, los que plantean el concurso, al que casi todos los arquitectos respondes con sus edificios más bonitos y emblemáticos. Hay muchos que pueden diseñar arquitectura “interesante” o “bonita” para esos concursos. Prefiero ponerme en la posición de los que analizan el hecho urbano para proponer. La arquitectura será mejor cuando se involucre mucho más en los problemas sociales y no sea mero decorador de las ciudades que finalmente hacen políticos y promotores.Hay que trabajar más en los procesos de gestión.

2. Globalización

La “nueva geografía”, construida por la liberación de la economía, es verificable en el paisaje desigual propio del mundo globalizado, que se fabrica en la centralidad de ciertas ciudades y culturas que emiten imágenes que intentan actualizar otras más frágiles, vigentes en el resto de contextos marginales.

¿Se podría construir una agenda de acciones emergentes, que le permita a la arquitectura y el diseño latinoamericano, aislado en términos generales de la dinámica global, crear condiciones de participación mas activa y equilibrada, sin perder una identidad local?
       
Por supuesto que habría que intentarlo. Es una pena como se copian planes urbanísticos, leyes de barrios, o modelos residenciales  europeos sin evaluar su implantación particular y local de la ciudad o entorno urbano que se estudia.  Creo que si hacemos una arquitectura más involucrada con los procesos de gestión y la población que será su usuaria, los factores de lo local acentuarán el proyecto. Ya es verificable que la aparición de firmas internacionales de arquitectos no garantiza la mejora y un mejor ecosistema urbano. También hay que pelear por no servirle pleitesía a todo lo que viene de fuera.

3. Contexto

La adaptabilidad de una intervención a un contexto determinado supone reconocer y cuestionar las partes y los agentes que lo componen  para establecer criterios operativos con qué establecerse.

Concretamente en Bogota (y las principales capitales suramericanas) la mayor parte de las actitudes que intentas provocar con tus acciones, como la ocupación subversiva del espacio, la autoconstrucción y la reutilización de materiales y tecnologías, están  plenamente asumidas y se presentan de forma mas intuitiva.  Paralelamente existen distintas connotaciones sociales, así como una negociación constante entre los regimenes legales e ilegales,  que modifican sustancialmente cualquier intervención en el espacio público.

¿Cómo se podría reformular tanto las estrategias como las acciones, en términos de la condición específica del contexto latinoamericano?

Evaluar los sistemas normativos existentes y que regulan nuestra convivencia social creo que es una labor necesaria, tanto como arquitecto como ciudadano. En mi caso, y en mi propio país, he tenido que llegar al límite de la legalidad para plantear situaciones que mejoren la participación ciudadana en el proceso urbano. Consiste en dar soluciones que den mayores capacidades al ciudadano a intervenir en sus entornos domésticos y públicos. Mi aspiración no es trabajar en la ilegalidad, sino evaluarla. Por todos es sabido que lo que es legal ahora puede ser ilegal en un futuro próximo, y al contrario. La sociedad debe conocer estos soportes, y dentro de la profesión también redefinir las pautas de proyecto a través de estos vacíos legales o propuestas de ordenación. En Europa tenemos grandes soportes legales, su incumplimiento produce mucho temor a las administraciones públicas, pero hay que replantearse su buen funcionamiento en relación a la sociedad que representa. Curiosamente la administración incumple muchos de los soportes legales que han redactado.

En el contexto latinoamericano, hay una mayor informalidad urbana y  unas  condiciones económicas que han marcado mucho el desequilibrio social. Se han asumido con mayor normalidad situaciones ilegales, por la incapacidad de los poderes públicos en dar unos mínimos de vivienda, empleo, equipamientos y asistencia a mayores grupos de población. Trabajar con estas condiciones exige un trabajo desde lo particular importante, pero que está sujeto a unas condiciones globales económicas y culturales que no facilitan el cambio. En mi caso, he recibido ofertas de trabajar en algunos países que ni conozco ni puedo conocer en periodos tan cortos de tiempo, y he renunciado a los mismos. Sigo sin entender la fascinación y soberbia de algunos arquitectos de pensar que con su formación son capaces de afrontar cualquier situación urbana. Por esa razón sus soluciones son exclusivamente hacer una arquitectura espectáculo que se celebre a sí misma, pero que no garantizan la mejora de nada. 

4. Proceso

Muchos de tus proyectos penetran en un ámbito en el que comienzan a tener contenidos políticos, que implican desde las instituciones hasta la sociedad civil. Existe una evidente capacidad para detectar situaciones conflictivas y de crear estrategias que movilizan (provocan) tácticamente los diversos actores involucrados como sustento de la intervención final.

¿Qué tipo de estrategias/metodologías defines para encaminar acciones que involucren al ciudadano y  den forma al proyecto?

Cada proyecto cuenta una estrategia particular, unas de autogestión y otras de participación, dos conceptos distintos. Por ejemplo, si el que me lee ahora, quiere saber más, deberá mirar www.recestasurbanas.net, donde respondo a esta pregunta, o leer el libro “Situaciones Urbanas. Unidades de ejecución”, donde se cuentan 14 proyectos realizados desde posiciones personales muy distintas: vecino, ciudadano, desobediente civil, artista, estudiante, arquitecto etc. Además todos los proyectos han salido en recortes de prensa en páginas de sucesos o crónicas urbanas, (aparte de revistas especializadas, que las leen menos gente), lo que hace posible la aparición de ciudadanos cómplices,  que ven en los proyectos ejecutados situaciones posibles, pero que exigen un compromiso personal o comunitario de estudio, búsqueda y gestión de los recursos que tiene alrededor. También puede ocurrir que descubras que la población esté tan domesticada y tan acomodada, que te haga pensar que tenemos en Europa  una sociedad cada vez más estúpida.

5. Estética

Más que producir una respuesta estética, tus propuestas parecieran enfocarse en una reflexión sobre la naturaleza del propio artefacto, entendiéndolo como detonante de relaciones y comportamientos. Así mismo, la tensión entre las dinámicas urbanas y la inclusión de movimientos civiles se traduce en cierta inestabilidad, imprevisibilidad y una aparente aleatoriedad,  que ha permitido que la intervención surja sin ser un instrumento impositivo y estilizado.

En ese sentido, ¿qué papel tienen la estética en el proceso de diseño y en la forma final de un proyecto?

No me acuerdo quién decía que en el diseño hay una decisión personal que anulaba la decisión democrática en un proceso colectivo…. Sólo puedo decir, que en la mayor parte de mis proyectos lo que más importa es la situación que genera y las dimensiones sociales y culturales que replantea, el vestido podía ser otro y funcionar igual de bien. Es como un bichito vestido, da igual que le pongas, lo que importa es el bichito. También reconozco, que a veces se nota que estudié arquitectura y se ve un ramalazo de que además de las otras condiciones reivindicativas, me gusta diseñar y acabar bien las cosas.

6. Pensamiento interconectado

Los límites tradicionales de la práctica de la arquitectura, se han visto alterados  por una creciente lógica destinada a reconocer e interconectar visiones socio-culturales más amplias y complejas. 

Es posible detectar en algunos de tus proyectos estrategias que se fundamentan en la relación que existe entre el pensamiento de la arquitectura, el arte, la tecnología y los estudios culturales. ¿Para qué te ha servido recurrir a modelos  y estrategias que están más allá de la práctica disciplinar tradicional?

Creo que la respuesta más sincera, es que estamos sobrepasando una etapa tan frívola y simplista en la construcción de objetos arquitectónicos, que nos sorprende que los conceptos que me comentas en la pregunta parezcan fuera de la disciplina. Deben ser incluidos en cualquier proceso de diseño arquitectónico y planeamiento urbano. La arquitectura es un mediador social, y como  cualquier ciudadano al que sirve, tiene componentes políticos, económicos, culturales y civiles. Finalmente trabajar con todas estas dimensiones me ha servido para tener una experiencia urbana (personal y colectiva) mucho más rica, mucho más dialogada y contrastada con el resto de ciudadanía, un esbozo de lo que pretende ser una arquitectura que sustente las mayores capacidades de convivencia marcada por una ética de lo común.


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