En el Museo de Bogotá del Planetario Distrital, se expone desde de junio y hasta septiembre “Cinema Insostenible”, un montaje que mediante la imagen y la memoria colectiva hace un sentido homenaje a la época dorada de los teatros bogotanos y la experiencia mística que representaba el cine, la misma que se diluyó a través de los años y el olvido, sucumbiendo ante la influencia facilista del betamax y las dinámicas comerciales de los nuevos e impersonales multiplex.
Por: Carlos Fernando Amézquita Merchán*
Instalación basada en el aviso del Teatro Opera.
Cinema Insostenible– 2009.
Fuente: http://cinemainsostenible.laveneno.org/CIPzs.htm
La exposición “Cinema Insostenible”, creada y realizada por el Colectivo Maski, quienes en 2008 ganaron la convocatoria “La ciudad: patrimonio de todos” para la programación del Museo de Bogotá, rescata algunos de los elementos significativos de la época grandiosa de las salas de cine, generando a través de la disposición de los diferentes elementos que la conforman, una interpretación de las sensaciones asociadas al recuerdo que transportan al pasado, a la emoción intrínseca que generaba el acceso a la penumbra rodeada de cortinas, a enfrentarse a ese inmenso espacio -casi infinito- en el que se podía buscar la mejor ubicación solamente con un número impreso en medio tiquete de cartulina rosada con el que eventualmente se realizaban rifas en el intermedio de la película o mientras se cambiaban los carretes del proyector Philips o Western Electric Microphonic.
El recorrido por el espacio adecuado en el montaje museográfico incluye objetos originales singulares como la antigua máquina-carro de pop corn, que recibe al visitante con una porción de maíz en bolsa de papel que impregna con su olor característico el ambiente o la silletería original del teatro Lux, que frente a un inmenso telón, testigo de innumerables proyecciones, permite a los visitantes observar lo que en él se proyecta desde sus asientos de vieja data.
La exposición cuenta además con fotografías, fotomontajes y dibujos que permiten ilustrar el estado actual e inicial de algunos de estos espacios representativos de la ciudad y dispone elementos significativos y evocadores, tan característicos y reconocibles como algunos de los avisos y logotipos caligráficos de los teatros, que a pesar de haber sido retirados en muchos casos hace tiempo, se presentan como un inmediato referente de ubicación espacial y sentido urbano, de rasgos únicos que han desaparecido de las fachadas pero no de la memoria. Los pequeños vanos redondos que representaban el umbral entre la realidad urbana de Bogotá y el vestíbulo interior -más cercano a la fantasía del cine y sus mundos paralelos- hace una interpretación sugestiva y sutil de lo que podía llegar a ver el espectador del cine al entrar o abandonar el recinto.
Evocar una sala de cine en medio de la sala de exposición crea una atmósfera propia, reflexiva y nostálgica cargada de sensaciones de antaño, tal vez como la que alguna vez se percibía en el Lux, el Mogador, el Trevi, el Palermo o en los mas recientes Cinelandia y Royal Plaza, degradados hoy por obra y gracia de la decadencia y el olvido en parqueaderos, bares, centros de oración, billares, almacenes de eléctricos, salones de eventos o en el mejor de los casos, en cines porno, lejos de los días en que ir al cine era todo un acontecimiento social donde las familias lucían sus mejores trajes, los días en que se atiborraba el Olympia para el estreno de La Novela de un Joven Pobre -primera película proyectada en Bogotá en 1912- o para las primeras producciones nacionales de los hermanos italianos Di Domenico, pioneros de la industria del cine nacional.
El Colectivo Maski, compuesto por los artistas bogotanos Jairo Suárez, Juan David Laserna y Camilo Ordoñez, tras un esfuerzo investigativo de más de cuatro años, logra plasmar en la exposición una representación de la memoria olvidada y la nostalgia colectiva, formulando de manera crítica la reflexión ante la pérdida de estos espacios cargados de significado a través de de sensaciones que, si bien son compartidas, llegan a ser profundamente particulares.
Exposición Cinema insostenible
Museo de Bogotá. Sala alterna (Carrera 6 No.26-07).
Horario: De martes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Fines de semana y festivos de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Hasta el 15 de septiembre de 2009.
Teléfono: 2814150
Entrada Libre
Más información:
www.cinemainsostenible.laveneno.org
http://www.patrimoniocultural.gov.co/
*Carlos Fernando Amézquita Merchán es arquitecto magister en Restauración de Monumentos Arquitectónicos. Está vinculado al Grupo de Intervención de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura y a la Universidad La Gran Colombia.
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