29 de junio de 2010

Festival de Arquitectura de Londres: Un viaje de lo local a lo global

Artículo / Reseña / Internacional /

Por: Ana Lucía González
Comunicadora social y periodista bogotana, radicada en Londres. Trabaja para BBC News. 


El Festival de Arquitectura de Londres se toma las calles de la capital británica por dos semanas para invitar a los habitantes a alzar la mirada por encima del trajín diario y descubrir los edificios, las calles y los espacios que dan forma a la ciudad. El festival, antes una bienal de arquitectura londinense realizada desde 2004, es en esta ocasión una oportunidad para que la ciudad, y especialmente urbanistas, arquitectos y comunidades, “se preparen para los juegos olímpicos y paraolímpicos del 2012”.


Visitantes en la exposición colombiana. Foto: Ana Lucía González.

El evento se centra en parte en lo local, para que cada londinense redescubra su zona. La ciudad se divide en tres núcleos que se vuelven protagonistas cada fin de semana: el centro, el este y el sur. Sin embargo, además de Londres, el festival también abre la mirada hacia lo global con la Muestra de Arquitectura Internacional, que reúne a más de 30 países, entre ellos Colombia.

Como neófita de la arquitectura y colombiana viviendo en Londres desde hace casi una década, decidí que lo mejor era comenzar en un lugar local pero a la vez cercano a mi país de origen: Elephant and Castle. Esta intersección de avenidas al sureste del río Támesis es famosa por ser una especie de “adefesio” arquitectónico y por ser un lugar de encuentro de la comunidad colombiana en Londres.

Como parte del festival, algunos edificios generalmente cerrados al público abren sus puertas. Yo elegí el centro de danza contemporánea Siobhan Davies, en el que la arquitecta Wigglesworth convirtió una escuela del siglo 19 en estudios de danza contemporánea. Desde las alturas pude tener una mejor vista de Elephant and Castle, comenzando por el Strata, uno de los edificios residenciales más altos de Londres que está enarbolado por tres turbinas que se espera generen el 8% de la electricidad de los 310 apartamentos distribuidos en 43 pisos. El edificio es el primer paso en un proyecto de regeneración de 1.500 millones de libras. El proyecto incluye a la comunidad colombiana, pues tras un ejercicio de consulta con los dueños de las tiendas de allí – en las que se consiguen empanadas, arepas, todo tipo de mecato y hasta ropa de Medellín- se decidió incluir una especie de “corredor latinoamericano”.


En esta fotografiá: Lorenzo Castro, uno de los curadores. Foto: Ana Lucía González.



Después de tomarme el tiempo de redescubrir este barrio, que hace parte de mi ruta de todos los días, me dirigí al centro al RIBA, o Real Instituto de Arquitectos Británicos, que es el corazón de la muestra internacional. Allí recibí un pasaporte con los 39 lugares que debía visitar para abarcar todos los países que participan en la muestra. En el segundo piso encontré la exposición Arquitectura Colombia: Narrativa Visual de Dos Ciudades. La exposición intenta resumir la transformación de Bogotá y Medellín en los últimos veinte años. La premisa es que la arquitectura ha sido fundamental en el desarrollo de la inclusión social, la lucha contra la violencia y la generación de un legado cultural.

Entre los asistentes creí reconocer a varios colombianos como yo, parte del éxodo para el que varios de los proyectos arquitectónicos que se exhibían en fotografías son tan ajenos como para un visitante internacional. Somos los mismos que nos maravillamos cada vez que volvemos a nuestras ciudades de origen y encontramos bibliotecas, centros culturales, plazas y rutas peatonales que han cambiado el paisaje urbano para siempre.

Los curadores de la muestra, Lorenzo Castro y Alejandro Echeverri, estaban dirigiendo una charla guiada para los asistentes. Cuando me los encontré, estaban hablando de las ciclorrutas y las ciclovías de Bogotá. Muchas de las preguntas de los “no-colombianos” tenían que ver con este proyecto, pues a pesar de que en la última década el número de viajes en bicicleta ha aumentado en un 117%, la mayoría de la ciudad no cuenta con rutas dedicadas para ciclistas. En marzo de este año, un miembro del Parlamento Británico le propuso al entonces ministro de Medio Ambiente que tomara el ejemplo de las ciclovías de todos los domingos en Bogotá, que definió como un “paraíso para peatones y clicistas”.

La exposición, en últimas, es un espacio en el que se encuentran extranjeros interesados en la arquitectura y colombianos interesados en ver qué pasa en su propio país. El evento principal, que era una charla de los curadores, se agotó desde una semana antes.Y a pesar de que es muy difícil y abrumador abarcar 300 eventos en tan sólo dos semanas, fpara mí el festival fue una oportunidad para redescubrir todas mis ciudades: la ciudad en la que vivo y la ciudad en la que crecí.

+ Información:
Festival de arquitectura de Londres
Architecture and Public Space in Colombian Cities
Junio 19 - Julio 4

http://www.lfa2010.org

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